Nuestra profesora de teoría de la educación nos tenía
preparada una tarea para esta mañana. Decido despejarme del todo y prestar
atención. Quería que trabajásemos con una noticia o artículo, que leyéramos
algunas y nos decantáramos por la que más nos gustase. Pero no con los móviles,
ya que en realidad ese sistema hace el trabajo por sí sólo. Ella prefiere que
trabajemos con periódicos y revistas físicas, que no hubiera una pantalla de
por medio.
Me sitúo delante de una estantería llena de revistas. Antes
de que desaparecieran del estante, cojo una de educación especial y su método
de enseñanza. Estoy un rato leyendo los artículos, pero ninguno me convence.
Tratan este tema como si fueran los "raros de la sociedad" y no lo
son. Me gustaría que no tuvieran una revista especializada por el simple hecho
de haber nacido así. Prefiero que tomen su educación como si hablasen de la
mía, sin diferencias. Es en realidad lo que se debe hacer. Personas que
defienden la igualdad entre personas y discapacitados no deberían en primer
lugar diferenciarlo como si fueran dos tipos de grupos de personas, ya que la
persona que defiende la igualdad está estableciendo ella misma las
diferencias. Mi educación y la suya
tienen el mismo objetivo, que aprendamos.
Cojo otra revista que me gusta más, "Cuadernos de
pedagogía, arte y diversidad sexual", publicada en octubre de 2014.
En concreto me fijo en un artículo:"Evolución se
escribe con r", escrito por una graduada en educación infantil llamada
María Gómez Vicente.
Empieza diciendo: "Evolución implica revisar,
reflexionar, reaccionar...". Estoy de acuerdo ya que no se puede
evolucionar sobre lo ya evolucionado sin haber tratado dicha evolución
anterior. Parece complicada la frase. Pongo un ejemplo. La invención de la luz
fue una evolución en su época, pero la creación de las bombillas led es una
evolución de lo ya pasado, es decir, de
algo que también fue evolución en su momento.
Voy a destacar los tres puntos más importantes para mí, que
se engloban en una crítica al sistema educativo.
La autora sostiene que en el sistema educativo hay
demasiadas leyes, con muy poca evolución, incluso a veces dispares y
contradictorias entre ellas. En segundo lugar, expresa que siempre se nos
encamina hacia el mercado laboral, pero de alguna manera con el paso de los
años, te das cuenta que no es todo "color de rosas", sino que ves la
excesiva competitividad y meritocracia en el sistema.
Por último sostiene que, en el sistema educativo actual, no
se desarrolla la realización personal, y si esto sucede, es pura casualidad.
Cuando prime la felicidad en la educación, alcanzaremos logros valiosos,
innovadores y creativos.
En el final del artículo, termina con una frase que toda
persona debería reflexionar un poco sobre ella: "Hay que recordar quiénes
éramos antes de que nos dijeran quiénes debíamos ser".
http://www.cuadernosdepedagogia.com/Content/Inicio.aspx
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Imagen recuperada de: http://www.escuni.com/servicios-universitarios/
He elegido esta imagen porque es la estancia de la universidad en la que estuvimos trabajando.
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